Nuestro Gobierno sentará las bases de esta transición de manera gradual y garantizando la confiabilidad y estabilidad del sistema energético, las fuentes de empleo y los recursos económicos provenientes del sector.
En ese sentido, hemos venido haciendo un reconocimiento a los pasos que yan han dado las empresas del sector minero-energético para apalancar el proceso de Transición Energética Justa, con inversiones en tecnología y proyectos de producción de energías limpias. Esto es un proceso que se hará de manera mancomunada entre Gobierno, empresas y ciudadanía.
La idea es que el país crezca en una economía descarbonizada, con principios de economía circular, con responsabilidad social y crecer dentro del respeto de los derechos humanos. Le apostamos a unas economías productivas para la vida.
360 Revista: De las conversaciones, congresos, entrevistas, seminarios que ha tenido, ¿qué ha logrado reconocer con importancia o recoger de los principales gremios y sectores que se quieran incorporar a su cartera y a los planes en general del sector?
I.V.T.: Hace algunos días participé en la V Cumbre del Petróleo, Gas y Energía, organizada por la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP). Allí pudimos escuchar muchas voces de las empresas del sector de hidrocarburos. Con ellas hemos venido teniendo diálogos muy productivos, incluso conformamos una mesa técnica junto con la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y la ACP para analizar 381 contratos e identificar los cuellos de botella que puedan tener algunos que se encuentran detenidos por razones asociadas con el orden público, la conflictividad social y los trámites ambientales, entre otros.
El gremio también nos ha manifestado el respaldo que le brindará al proceso de Transición Energética Justa.
Este es un ejercicio que debemos realizar de manera constante para entregar la información técnica relevante. Es importante decir que las metas de diversificación con fuentes no convencionales de energía renovable en la matriz eléctrica serán definidas en la ruta de la Transición Energética Justa que está en construcción.
Lo otro importante que se puede decir es que, además de la energía solar y eólica, que ya están en una fase de plena comercialización y son competitivas, se va a promover el hidrógeno, la geotermia y la biomasa, como fuentes de energía no convencionales renovables.
El proceso de construcción de la Hoja de Ruta de la Transición Energética Justa abordará temas como cualificación laboral de los trabajadores asociados al sector minero-energético, transición productiva, y mejoramiento de la calidad de vida en los territorios con enfoques étnico y de género, a través del incremento de la equidad energética (accesibilidad y asequibilidad a la energía).
Se garantizará la vinculación activa con capacitación y financiamiento público de las comunidades, los pequeños productores, cooperativas y las ciudadanías en general en la generación, distribución, acceso y aprovechamiento de las energías limpias y eficientes, permitiendo con ello tarifas más bajas, la reducción de costos de producción y la renta por venta de excedentes energéticos.
En ese sentido, hemos elaborado, en conjunto con el Congreso de la República, una metodología para el codiseño del nuevo Código de Minas, en diálogo social con todos los actores involucrados, y consultado con los sujetos étnicos, con lo que buscamos un Código de Minas que nos permita avanzar hacia la Transición Energética Justa y hacia una minería para la vida.
Pretendemos con este nuevo Código, que modernice el modelo y el ciclo minero en el país y que permita la consolidación de economías productivas; que proteja adecuadamente a la minería ancestral, artesanal, tradicional y la pequeña minería; que garantice el respeto de las normas y deberes ambientales, así como la integridad de ecosistemas estratégicos. Además, se hará con enfoque de género, intercultural, de derechos humanos y respetuoso de las particularidades territoriales.
Se trata no solamente de una transición en términos tecnológicos, sino también de una transición en términos sociales y económicos. Es decir, las relaciones que se construyen en la producción de la energía deben cambiar, teniendo el principio de la justicia como el rector de esa transformación del sistema eléctrico y del modelo energético nacional.
Entre los programas y proyectos contemplados para ese fin está el programa de Comunidades y Distritos Energéticos, que incorpora los proyectos: Estallido de la energía solar, Estallido de la energía eólica y Estallido de la bioenergía.
También la creación del Instituto Nacional de Transición Energética y el programa de Fomento de la industria nacional asociada a las tecnologías de las energías renovables a través del desarrollo de componentes y prototipos industriales.
360 Revista: ¿De lo que encontró qué va a continuar, qué están revisando y qué se elimina definitivamente?
I.V.T.: Se tienen análisis y normativa de soporte, como la misión de transformación energética, Ley 2099, el Conpes 4075 y las hojas de ruta para tecnologías como el hidrógeno y la eólica costa afuera. Sobre esa base estamos avanzando para construir una hoja de ruta que articule los componentes para la transición de las energías fósiles a las renovables, que este gobierno está impulsando. Y que incorpore el componente de equidad, para democratizar la generación y acceso a la energía en el país. Desde este gobierno, iniciamos un diálogo abierto con todos los actores involucrados con ese objetivo.