Además, con el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania se agudizaron los problemas de intercambio, dijo Largacha, justo cuando los precios de las actividades logística se empezaron a normalizar.
Ahora, los problemas de la política cero covid-19 en China puede afectar a la economía del mundo y en particular a Colombia, en términos de intercambios internacionales.
Con ese panorama, los bancos centrales han respondido con alza en sus tasas de interés, lo que, en Colombia, reduce los flujos de inversión extranjera.
"Ni el gobierno ni nadie podía anticipar la situación que iba a enfrentar Colombia en el corto plazo. Pero se debe responder", aseguró Largacha, agregando que "estamos ante un escenario en el que a nuestros problemas de vieja data, como el déficit fiscal, se suman otros factores como el aumento de la inflación y del déficit externo".
Todo esto, según Largacha, ha generado mayor vulnerabilidad del aparato productivo y hace a Colombia más dependiente de los flujos del exterior. El desafío entonces es que los mercados internacionales no tienen la misma liquidez.
También se refirió a la devaluación, asegurando que ha sido un factor determinante en el segundo semestre del año. "La devaluación de la moneda tiene un impacto importante en las finanzas públicas"
Además, aseguró que un dólar caro tiene efectos sobre la inflación, pues alrededor de 20% de la canasta básica es importada, "lo que quiere decir que el costo de vida seguirá incrementándose".
Con ese balance, Largacha aseguró que la desaceleración de la economía es una realidad y el papel del Gobierno será fundamental. Hizo referencia a la reforma tributaria que ya se tramitó en el congreso y que dio un mensaje de tranquilidad a los mercados.
Además, se recalcó que empezó el aumento en el precio de la gasolina corriente. "mostrando que se tomarán decisiones para reducir el déficit del Fepc". Y señaló que hay un buen comportamiento de las remesas, dado el alza de la tasa de cambio, y que Ecopetrol ha registrado buenos resultados.
Finalmente, Largacha hizo un llamado a que el alza del salario mínimo esté en línea con los niveles de productividad del país y que se tomen en cuenta las propuestas de Anif para el Plan Nacional de Desarrollo.