Los precios de la energía de la carga base alemana para el año venidero, el punto de referencia europeo, han subido casi un 500% respecto al año anterior, según muestran los datos de Bloomberg, ya que los costos han aumentado durante casi una semana seguida.
En el quid del salto de precios está el aumento de los precios del gas natural, que se han disparado más alto ya que Rusia ha mantenido las exportaciones a Europa al mínimo.
El principal regulador del país ya advirtió que Alemania debe reducir drásticamente su uso de gas para evitar una escasez este invierno.
Durante la semana pasada, la economía más grande del continente hizo una serie de movimientos en respuesta al "chantaje" energético de Rusia contra Europa, incluido el cierre de sus tres plantas de energía nuclear restantes.
Cada uno estaba programado para cerrarse en 2023, pero los cortes de energía de Rusia han abierto la puerta a una extensión.
Al mismo tiempo, Alemania firmó un acuerdo con los centros de gas natural para mantener dos terminales abastecidas durante el invierno antes de más posibles cortes, informó Reuters.
Mientras tanto, una refinería alemana propiedad en parte de Moscú comenzó a mezclar petróleo estadounidense con crudo ruso. Alrededor del 20% de la producción de la refinería de Schwedt es crudo estadounidense, según Bloomberg, lo que marca un giro desde antes, cuando dependía únicamente de los suministros de Rusia.
Es posible que algo de alivio provenga de un nuevo proyecto de gasoducto que conectaría la Península Ibérica con Francia.
Los funcionarios dicen que podría estar listo en nueve meses y que aumentaría la capacidad de exportación de gas de España en un 30%, pero el Deutsche Bank no parece estar apostando por ello.