El creciente riesgo de recesión y las turbulencias en los mercados financieros han golpeado el precio del barril de petróleo en las últimas semanas. Sin embargo, frente al desplome de otras materias primas como el cobre, el crudo sigue en niveles históricamente elevados (mantiene los 100 dólares el barril).
El motivo es evidente: hay un serio problema en el lado de la oferta. Los grandes países productores están bombeando crudo casi al máximo de su capacidad diaria, no tienen forma de producir más en el corto plazo (cada pozo abierto da lo que da) después de dos años sin apenas inversión en el sector, mientras que los inventarios están en mínimos. Esto ha llevado al mercado de petróleo a caminar sobre una cuerda floja que sostienen solo dos países: Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) pondrá fin en agosto a los históricos recortes implementados durante lo peor de la crisis del covid.
Después de meses aumentando la producción de forma gradual, el cártel recuperará los niveles de bombeo de principios de 2020, cuando todos los países que conforman la organización estaban produciendo casi al límite de su capacidad.
¿Qué viene después? Nadie lo sabe. La caída del precio del crudo durante el covid desincentivó cualquier tipo de inversión (exploración y perforación para producir más en el futuro), por lo que los grandes productores tienen poco margen para extraer más petróleo en el corto plazo.
A finales de junio, Emmanuel Macron, presidente de Francia, y Joe Biden, presidente de EEUU, tuvieron una conversación privada que fue captada por los micrófonos en la que se trató con cierta ansiedad este problema. "Tuve una llamada con MbZ (Mohamed bin Zayed Al Nahayan, presidente de Emiratos Árabes Unidos)", se escuchó a Macron decirle a Joe Biden, en un apartado de la cumbre del G7. "Me dijo dos cosas. Estoy al máximo, al máximo (capacidad de producción). Esto es lo que dice... Y luego me dijo que (los) saudíes pueden aumentar en 150 (miles de barriles por día). Tal vez un poco más, pero no tienen más capacidad en los próximos seis meses", aseguró Macron.
La Agencia Internacional de la Energía destacaba en su último boletín que "rara vez las perspectivas de los mercados petroleros han sido más inciertas. El empeoramiento de las perspectivas macroeconómicas y los temores de recesión pesan sobre la confianza del mercado, pero al mismo tiempo persisten los riesgos por el lado de la oferta... las persistentes tensiones físicas del precio del crudo y los márgenes de refinería extremos resaltan los desequilibrios subyacentes para el suministro de crudo y productos".
Arabia Saudí y EAU
Este último informe de la AIE dejaba constancia la preocupación a nivel global por la falta de capacidad ociosa para producir más crudo si fuera necesario (los inventarios están en niveles muy bajos): "Los recortes récord de la OPEP+ habrán pasado a la historia durante agosto, lo que dejará al bloque con una capacidad adicional limitada para bombear más. Eso fija la atención firmemente en Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, que juntos poseen la mayor parte de los barriles 'de reserva' del mundo. Para el próximo mes, la producción de crudo saudí alcanzará los 11 millones de barriles por día (mb/d), un nivel mensual que solo ha superado dos veces en su historia.
Su capacidad adicional quedará solo en 1,2 mb/d. Y queda por ver hasta qué punto Riad estará preparado para aprovechar esa capacidad", sentencia el informe.
Desde la AIE creen que Riad podría mantener una producción de alrededor de 11 mb/d durante un período prolongado, pero estos niveles pondrán a prueba unos pozos y yacimientos ya antiguos, aseguran desde la agencia. "Estos volúmenes más altos acelerarán las tasas de agotamiento y requerirían un aumento en la perforación, el mantenimiento del subsuelo y la superficie", advierten.
Pese a todo, la AIE recorte el plazo que del que habla Macron (seis meses) para producir más crudo: "Si se requiere bombear aún más, nuestra suposición es que Riad podría aumentar la producción de crudo a su capacidad máxima de 12,2 mb/d en 90 días". El mismo informe cree que Emiratos Árabes Unidos tendría una capacidad extra para bombear 900.000 barriles.
En una situación normal, la capacidad de ambos países podría ser suficiente para mantener equilibrado el mercado. Pero en un entorno geopolítico incierto y con las sanciones sobre Rusia ganando intensidad, este fino colchón que ofrecen ambos países se queda corto, sobre todo si el petróleo ruso termina saliendo de forma definitiva del mercado.
El mercado recoge este riesgo (escasez de petróleo) en el corto plazo. Pese a la caída de los precios en los futuros, el mercado sigue mostrando una estructura clara de backwardation (cuando el petróleo físico es más caro que el petróleo futuro). Esta estructura suele anticipar mayores subidas del precio del crudo, poco a poco el precio del petróleo spot o físico se transmite a lo largo de la curva.
Javier Blas, experto en materias primas de Bloomberg, advierte de que "si la OPEP+ agota por completo su capacidad de reserva, o los inversores creen que lo ha hecho, el petróleo podría convertirse en un mercado desbocado. Desde el punto de vista actual se necesita más crudo. Pero también está claro que los precios altos son parte de la solución al problema actual: la demanda de petróleo debe desacelerarse. Arabia Saudí debería guardar una bala en la recámara", sentencia este experto.